...Cuentos de ciudad...

miércoles, febrero 08, 2006

No sé

"This will not be a funny book. I cannot tell jokes because I do not understand them. Here is a joke, as an example. It is one of Father's.

His face was drawn but the curtains were real.

I know why this is meant to be funny. I asked. It is because drawn has three meanings, and they are 1) drawn with a pencil, 2) exhausted, and 3) pulled across a window, and meaning 1 refers to both the face and the curtains, meaning 2 refers only to the face, and meaning 3 refers only to the curtains.
If I try to say the joke to myself, making the word mean the three different things at the same time, it is like hearing three different pieces of music at the same time which is uncomfortable and confusing and not nice like white noise. It is like three people trying to talk to you at the same time about different things.
And that is why there are no jokes in this book."


The curious incident of the dog in the night-time, Mark Haddon.


Hay formas verbales que uno no se plantea. Los verbos salen simplemente y simplemente se entienden. Sólo de vez en cuando alguien pregunta ¿cómo es el pasado de morir? Bueno, uno va al Xuriguera y comprueba que el pasado de morir es morí. Suena extraño... ¡Claro que sueña extraño! ¿Quién ha dicho yo morí? Pocas personas. Afortunadas, supongo.
Un día iba por el barrio de Gràcia a no sé dónde y vi una lavandería. También vi algún que otro bar, una tienda de libros que se llama El passatge del llibre porque tiene una entrada en una calle y otra entrada en una plaza, y alguna tienda de ropa.
Ese día me fui a dormir pronto. Supongo que al día siguiente tenía que madrugar, no lo recuerdo muy bien. Una vez metida en cama, me puse la crema de manos porque del frío se me empezabana cortar los nudillos. La refregué bien, me metí en la cama y me acurruqué. Normalmente antes de dormir repienso más o menos lo que ha pasado ese día. Lo hago de una manera inconsciente. No soy como esas personas que por practicar agilidad mental repasan todo lo que han hecho en el día o todo lo que van a tener que hacer. Yo lo hago a posteriori, porque me viene a la cabeza. Creo que cuanto más me voy durmiendo más voy mezclando ese repaso diario con cosas que no han pasado pero que podrían haber pasado, o cosas que yo quisiera que pasaran. Suelo inventarme, sobretodo, diálogos. Esa noche, cuando ya estaba en la fase de invención de diálogos, una luz se apagó fuera, en la calle. No lo noté porque antes me hubiera dado cuenta de que en la calle había una luz encendida, sino porque, de pronto, noté menos luz. Me giré, aparté la cortina, y vi que la farola de delante de casa se había apagado. Miré la hora. Eran las once y media pasadas.

Al cabo de un tiempo fui con una amiga a los cines Verdi a ver Mi vida sin mí. No sé por qué la fui a ver. Supongo que antes de verla no sabía que me iba a gustar tanto. Después de haber pasado el tiempo, hay dos recuerdos sobre la peli que tengo más vivos que los demás. Uno es una canción que escuchan la protagonista y uno de los protagonistas en el coche de él. Él le explica que la que canta es una anciana de ochentaypico años. Y uno se sorprende (la prota también se sorprende) porque la voz que se escucha es la que uno se imagina que tendría una buena chica de dieciséis años (me gusta escribir dieciséis en letras. Por el acento. Como eso de que esdrújula sea esdrújula) . El otro recuerdo vivo que tengo es la escena en que uno de los protas (precisamente el del coche) se enamora de ella mientras ella duerme. Y eso pasa en una lavandería. Aquella noche me fui a dormir tarde.

Para ir a los sitios a veces cojo el autobús o a veces cojo el metro. Eso de que el metro es el transporte más rápido es mentira. Sería verdad si la rapidez se midiese según el tiempo, pero el tiempo pasa en función de la cantidad de cosas que haga uno (y en el metro no se hace nada). Así que el metro no es el transporte más rápido. Lo es el autobús. Por eso me gusta más el autobús. (aunque cuando de verdad tengo que llegar pronto a los sitios coja el metro). El autobús que suelo coger pasa por al lado de un parque. Y cuando más me gusta cogerlo es por las mañanas, porque al pasar por el parque veo a los señores jubilados hablando como hablan los jubilados. De hecho no es eso lo que me gusta ver. Lo que me gusta es la hilera de jaulas individuales y pequeñas de canarios que hay delante de ellos. Así que los señores jubilados salen por la mañana de sus casas con sus canarios al parque para que estos aprendan de los otros canarios y canten cada vez mejor. Mientras los canarios aprenden, ellos conversan como jubilados y el sol de la mañana en invierno, que es el de más agradecer, les entibia la cara.
Ese día, al volver a casa, me dio por buscar la banda sonora de Mi vida sin mí, y encontré las dos canciones que buscaba. Una era la que la prota le canta al marido cuando él le pide que le cante (God only knows, de los Beach Boys) y la otra es la de la señora octogenaria. Se titula Try your wings. Me bajé las dos canciones, y me las aprendí.
A la noche, echada en la cama y bien tapada con el edredón, después de haberme puesto la crema de manos y en plena fase de invención de diálogos, noté cómo el resplandor que venía de la calle disminuía. ¿Qué ha pasado?, pensé. Estaba a punto de apartar la cortina cuando me acordé. Eran las once y media pasadas.

En los días posteriores me pasó lo que me suele pasar siempre que me da por aprenderme una canción, y es que me da por cantarla todo el rato, aunque no entera. Sólo repito algunas frases sin quererlo. Me vienen. Y eso es todo. La frase que me venía de Try your wings todo el tiempo decía even the tiniest blue bird... has to leave its nest to fly... Me imaginaba a un pájaro azul y pequeñito. Pequeñito, no diminuto. La palabra es tiniest; ni más, ni menos. Y me gustaba cómo suena its. Normalmente no aparecen determinantes posesivos en las canciones, cuando se trata de un animal.
Así que supongo que en plena asociación lingüística me dio por preguntarme cómo es el presente de indicativo del verbo saber. Obvio: yo sé. No, no, pero yo no me refiero al saber de tener conocimiento. Si un día te metes en el mar y al salir te pinchas un dedo con la aguja con la que está cosiendo tu madre (¿coser en la playa? Alguien habrá que cosa en la playa, digo yo), y te chupas el dedo, notarás que tienes sabor a sal. Ésa es mi pregunta. ¿Cómo se dice eso? Ahí estaba el bueno de Xuriguera esperando siempre paciente. La respuesta, concluí, era obvia, igual que antes. El presente del verbo indicativo del verbo saber es . Sé a sal.

Un día tuve que renovarme el DNI, o hacerme el pasaporte, o alguna cosa que tuviera que hacer en una comisaría. Fui a la de Gràcia. Y al atravesar el barrio, vi la lavandería que había visto el primer día. Una lavandería. Sonreí.

El día que mis padres se marcharon de vacaciones yo llegué a casa cuando ellos ya se habían ido. Entré en mi habitación y al ir a cerrar la ventana de mi cuarto me encontré, en la repisa, una jaula individual y pequeña, con un canario dentro. Enseguida llamé a mi madre y le pregunté por el nuevo huésped de la casa, y me contó que lo había encontrado en la calle. Como a mí me tocaba quedarme solita mientras ellos estaban de vacaciones, apareció el canario cual enviado del Señor para no dejarme sola. El resto del día estuve mirando al pájaro, haciéndome a él, pensando su nombre. Le puse Eulalia, porque a mi padre le habían dicho que era hembra. Pero cuando empezó a cantar como un descosido le llamé Alberto.
A la noche, después de haberme metido en la cama, noté cómo una luz se apagaba en la calle. Acurrucada, sonreí... Las once y media.

Al día siguiente fui al centro porque quería comprarle una jaula más grande al pájaro. Dicen que si están en una jaula pequeña cantan más. Pero a mí eso de cantar más porque estás en una jaula más pequeña me parece más un grito de socorro que otra cosa. Que cante Alberto lo que quiera.
Para ir al centro cogí el autobús (claro, no tenía prisa), y pasamos por delante del parque en el que los jubilados ponen a aprender a cantar a sus canarios. Sonreí.
En el autobús iba leyendo un libro: El curioso incidente del perro a media noche. Al principio del libro, el narrador dice: "La palabra metáfora significa llevar algo de un sitio a otro, y viene de las palabras griegas... ...y es cuando describes algo usando una palabra para algo que no es eso. Esto significa que la palabra metáfora es una metáfora." ¡Y además es esdrújula!

...even the tiniest blue bird...

A la tienda de animales me acompañó una amiga, y una vez en la tienda pedí jaula y pedí nido. La jaula era grande, blanca y verde. El nido era... azul. Sonreí.
Al salir de la tienda de animales mi amiga y yo fuimos a dar una vuelta. Pasamos por una tienda de chucherías y como hacía mucho que no comíamos chucherías nos dio por entrar. Compramos un chupachups cada una, les quitamos el envoltorio y empezamos a comerlos. A la marrana de mi amiga le dio por empezar a hacer broma. De todos es sabido lo pegajoso que lo deja todo el chupachups excepto el interior de la boca de uno, así que me amenazaba sin descanso con el temido chupachups. Finalmente su chupachups acabó en mi mejilla y, para rematar la broma, porque en el fondo realmente no quería mancharme, me lamió la mejilla mientras nos rompíamos de risa.

-Sabes a naranja-, me dijo.

-Lo sé.

3 Comments:

  • mmmm... grande, grande, GRANDE sparks! a mi es q los iaios en el parque me enternecen. y según ke pelis más. y los pájaros pequeños pero no diminutos (como la serie de dibujos). x cierto...tu tienes amigas que te lamen?

    mua!

    By Anonymous Anónimo, at 8/2/06 22:14  

  • Interesante siisis!! y lo e entendiooo!! jajajaja...así aparececió alberto en tu vida q bonitoo!!!
    Lo q ma molao es lo del bus y el metro, lo q dices de: "tiempo pasa en función de la cantidad de cosas que haga uno" me encanta la frasee!!

    Un besazooo

    By Anonymous Anónimo, at 19/2/06 13:31  

  • Edredón con h e imaginaba con v... ¡Válgame Cristo!

    By Blogger Lyra, at 5/7/12 13:43  

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